No es la búsqueda de una vida llena de lujos. Tampoco es un capricho ni una forma de extender, para siempre, la vida de estudiante. Opositar es luchar por una vida más fácil o, como dice Sergio Guerrero, con plaza por la especialidad de Geografía e Historia en las oposiciones de Secundaria 2023, luchar por conseguir tener una vida normal.

«Durante muchos años he estado de un sitio para otro»

Durante el transcurso de la entrevista, Sergio pasa de la incredulidad -«Ahora mismo siento que me van a llamar y me van a decir, lo siento, me he equivocado»- al alivio: «Todo esto es por mi hijo. Cuando lo vi le dije: Miguel, nos quedamos aquí, no tenemos que mudarnos, no tenemos que preocuparnos ya de nada».

Profesor interino durante años, la de Sergio Guerrero, de 46 años y padre soltero, ha sido, efectivamente, una vida de aquí para allá con un hijo a su cargo. «Durante muchos años he estado de un sitio para otro, con unas circunstancias complejas: Madrid, Marruecos, Badajoz…trabajando siempre y mi hijo conmigo. Estar en nuestra tierra es, para nosotros, por fin, tener una vida normal, algo maravilloso». 

«Con 46 años, decidí que era ahora o nunca»

Así, a las oposiciones Sergio llega con valentía, empujado por esa necesidad de respirar y echar raíces en su tierra. «Decido opositar como una apuesta arriesgada. Tengo 46 años. Tenía unos ahorros y decidí que o lo hacía ahora o no lo hacía jamás en la vida. Decidí que lo iba a dar todo para mejorar mi baremo y apuntarme a una buena academia donde me enseñaran cómo y de qué forma tengo que hacer las cosas».

Y llegó a Tecnoszubia, donde le mostraron, cuenta, que no sabía tanto como pensaba. «En Tecnoszubia, exigencia y un nivel altísimo. Venir aquí los sábados era salir pensando que no sabía nada. Pero salir de aquí con esa sensación es también saber que estás haciendo lo correcto. Que el nivel esta tan alto que te está ayudando ya a sacar esa plaza».

Porque no es sólo estudiar, es dominar el proceso de unas oposiciones que, efectivamente, tienen un componente subjetivo. «Las oposiciones son muy subjetivas. Muy subjetivas porque un tema o una práctica se puede interpretar de muchas formas. Lo maravilloso del preparador de Tecnoszubia es que de unas oposiciones así consigue que controles todo el proceso para que no sea tan subjetivo y las garantías para aprobar sean las mejores». 

 «Si no es por los simulacros…»

Como para tantos otros Aspirantes, para él los simulacros fueron una de las claves. «Hice 3 simulacros antes de los exámenes y si no fuera por ellos…mi preparador insistía en la importancia del oral; yo he sido una de las mejores notas del tribunal en el oral. He sacado plaza por esa parte de la prueba».

Y cuando le preguntamos por la receta del éxito, Sergio la tiene clara; abrazar -y entender- lo que nos impulsa. «A veces te puede salir el examen mejor o peor, pero uno tiene que encontrar su motivación y dejar que su trabajo y sacrificio obtenga su recompensa. Igual tardas 2 o 4 años, pero si no te rindes, lo consigues».

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