¿Sabes qué es el estoicismo? ¿Te suena Séneca? ¿Epícteto? Son los principales impulsores de una filosofía que pone el foco en cómo vivir en un mundo impredicible; conseguir hacer lo mejor dentro de nuestras posibilidades en escenarios que están fuera de nuestro control. ¿Te resulta familiar? Efectivamente: la escuela estoica aborda situaciones y emociones que el opositor vive con especial intensidad.

Como opositor, aplicar las enseñanzas estoicas a tu vida para aumentar tu resiliencia, mejorar tu capacidad para enfrentar desafíos y mantener la calma bajo presión mejorará tu rendimiento en el proceso.

Lidiar con la incertidumbre: aceptar lo que no puedes controlar

Una de las enseñanzas centrales del estoicismo es la idea de que muchas cosas en la vida están fuera de nuestro control. Y no pasa nada.

En lugar de lamentarse por lo que no podemos cambiar, debemos aprender a aceptar la situación tal como es y enfocarnos en lo que sí podemos controlar. Esto puede ser difícil en un proceso de oposiciones, donde las leyes cambian y las formas de acceso a la función pública también; donde hoy estás en la cima y mañana, después de sentirte más perdido de la cuenta en una clase, sientes que todo te sobrepasa.

Es importante recordar que lo único que realmente podemos controlar es nuestro propio trabajo y esfuerzo. En lugar de preocuparte por lo que está fuera de tu control, enfoca tu energía en tu preparación y confía en que has hecho todo lo posible. Si te esfuerzas, es muy probable que obtengas resultados. Y si no los obtienes, vas a dormir tranquilo: has hecho todo lo que has podido.

Manejar la adversidad: una oportunidad en cada obstáculo

El estoicismo nos enseña que debemos esperar la adversidad en la vida y estar preparados para manejarla. En el proceso de oposiciones, es probable que te enfrentes a muchos reveses y obstáculos en el camino. Siempre es importante recordar que estos desafíos son una oportunidad para crecer y mejorar. Mantén tu objetivo final en mente, la plaza, y usa cada obstáculo como una oportunidad para fortalecer tu determinación y tu capacidad para enfrentar la adversidad. Nuestros aspirantes nos lo cuentan año tras año: de las oposiciones se sale, a veces, con una plaza; siempre se sale siendo mejor persona.

Mantén la calma bajo presión: normalizar el estrés

El estoicismo nos enseña a mantener la calma y la compostura bajo presión. En lugar de dejarnos llevar por nuestras emociones, debemos aprender a controlarlas y mantener la claridad mental. En el proceso de oposiciones, es fácil sentirse abrumado por la presión y el estrés. Sin embargo, es importante mantener la perspectiva y no dejarse llevar por el pánico. ¿Cómo? Aceptándolo.

Recuerda que la ansiedad y el estrés son normales en estas situaciones. No hay nada malo en sentir cierta cantidad de estrés, por lo que no debemos obsesionarnos con ello y redirigir toda nuestra atención hacia dentro. Aprender técnicas de relajación y meditación para mantener tu mente clara y enfocada durante todo el proceso nos ayudará.

No puedes aprender lo que crees que ya sabías

Lo diremos claro: no vayas de sobrado. Uno de los conceptos sobre los que orbita el estoicismo es el de la humildad: escucha con atención a tu preparador y a tus compañeros, siempre tendrán algo que enseñarte. Como docente, además, siempre estarás en continua actualización, así que es una lección que no solo te servirá ahora, sino durante toda tu trayectoria.

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