El ‘MIR’ educativo y otras alternativas a las oposiciones de maestros y profesores
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El sistemas de oposiciones es objeto de encuestas, cambios, sugerencias y -amenaza de- renovación constante. Sindicatos, partidos y otros grupos lanzan, cada cierto tiempo, nuevas propuestas de modelo que buscan solucionar algunos de los problemas que se le atribuyen a la profesión docente: carrera poco atractiva, pobre relación entre la Universidad y los centros educativos o mala preparación de cara a la realidad profesional del cuerpo. De esta forma, la necesidad de cambiar ciertos aspectos del modelo actual se repite en numerosas encuestas. Para muestra, en octubre fue REDE (Red por el Diálogo Educativo) la que dio a conocer un informe en el que participaron 800 profesionales de la educación.
Los resultados fueron claros: nueve de cada diez creían necesario establecer un nuevo modelo para profesión docente, ya que la carrera «no es clara ni atractiva con el sistema actual».
Acceso a la profesión: ¿es el ‘MIR’ educativo una posibilidad?
El planteamiento de un periodo de «inducción profesional que introduzca a los docentes al mundo profesional» es el leitmotiv del, coloquialmente y utilizando la denominación de éste en el sector médico, llamado MIR para profesores. Propuesto en 2011 por el recién fallecido Alfredo Pérez Rubalcaba, su objetivo es que el profesorado realice un periodo prolongado de aprendizaje real; una inmersión en la profesión de dos años con su respectiva evaluación para analizar la sensibilidad y aptitud del aspirante. Constituye una de las principales alternativas que se plantean para el futuro de la profesión docente.
Respaldado en el Pleno del Congreso por formaciones como el Partido Popular o Ciudadanos, este hipotético MIR educativo se realizaría una vez terminada la formación universitaria: «se evaluarían conocimientos de la especialidad, así como otros aspectos relacionados con la organización curricular y escolar, la gestión de centros educativos, la administración y la legislación educativa», tal y como detallaban hace un año desde el Ministerio de Educación.
Tendría dos fases: una teórica que se impartía en las universidades y otra práctica que se desarrollaría en contextos cotidianos para el docente. En este sentido, cabe destacar que esta propuesta no excluye la existencia de oposiciones sino que funcionaría como requisito previo para acceder tanto a la posibilidad de opositar como a la de ejercer en la escuela privada.
¿Se llevará a cabo?
Como decíamos, PP y Ciudadanos han apoyado, durante los últimos años, la posibilidad de llevarlo a cabo. En contraposición, partidos como el PSOE -pese a que nació como una propuesta socialista- o Unidas Podemos, se han opuesto al MIR, o al menos a ‘ese’ MIR. ¿Los argumentos? En esencia, que sería muy costoso ponerlo en práctica o que precarizaría el empleo -durante los años de formación práctica el sueldo sería inferior al que percibe normalmente un docente-.
Concretamente, el PSOE apuesta no establecer un examen nacional para toda España y plantean una prueba que se realice antes de comenzar el grado de magisterio -una entrevista que evalúe «las competencias y habilidades sociales para medir la vocación y capacidad del aspirante de tratar con niños»-; además, abogan para que toda la formación esté dentro de la etapa universitaria.
Pero si hay algo en lo que están de acuerdo todas las formaciones políticas es en la necesidad optimizar la formación docente y mejorar el sistema actual. Para ello, tal y como advierten los sindicatos, serían necesarios entre 4 y 6 años, si tenemos en cuenta la necesidad de aprobar el pacto de Estado pertinente en el Parlamento y la inauguración los nuevos itinerarios educativos en las universidades.
¿Cuánto costaría el MIR educativo?
La propuesta de REDE, lanzada hace menos de un año, sentencia que el MIR educativo «sería financiable con la subida del presupuesto de educación al 5%, lo que supondría invertir 6.000 millones más en educación». Puedes leer el informe íntegro a través del siguiente enlace.
Ejemplos de modelos de inducción del profesorado: Alemania
Jesús Manso, vicedecano de Estudios de Grado de la Facultad de Formación del Profesorado y Educación de la Universidad Autónoma de Madrid, y miembro del Grupo de Investigación sobre Políticas Educativas Supranacionales y de la Red por el Diálogo Educativo, explica en esta entrevista cómo en Alemania, donde hay un ‘MIR’ docente implementado, el Ministerio «da unas pautas generales, pero ciertos detalles se establecen dependiendo del territorio». Cada comunidad tiene su normativa de acceso y sus diferencias.
Este proceso se denomina vorbereitungsdienst; es obligatorio para los graduados y consiste en un servicio remunerado que se desarrolla en centros escolares durante uno o dos años.
Otras alternativas: ajustando el sistema actual de oposiciones
También hay voces que apuestan por el sistema actual de oposiciones, siempre que se corrijan ciertos detalles. La plataforma de docentes madrileños en defensa de la Educación Pública, ‘Soy Pública’, denunciaba el pasado mes de julio que las oposiciones a profesor celebradas en ciertas Comunidades Autónomas habían sido «catastróficas». Los mismos achacaban que las pruebas «habían sido diseñadas para dejar plazas desiertas de forma premeditada y se había maltratado al personal interino con el fin de mantenerle en una situación de precariedad laboral a perpetuidad para así abaratar costes de personal».
La dureza del comunicado iba acompañada de una serie de propuestas de cambio en los procesos de oposición. Tal y como leemos en este artículo de Público, introducían la necesidad de «que las notas no deban refrendarse en cada convocatoria, una nueva ponderación de las pruebas o el establecimiento de mayores controles para evitar las calificaciones arbitrarias o la selección por méritos objetivos de los presidentes de cada tribunal».
¿Qué opinas tú sobre el sistema actual de oposiciones? ¿Crees que está obsoleto?
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2 comentarios
Hola, soy interina desde hace 4 años y se lo complicado de la situación. Es cierto que hace falta un cambio en el sistema, pero un MIR no creo que sea la mejor solución porque daría precariedad al trabajo docente. Yo pienso que en primer lugar debería haber una revisión de los temarios ( algunos muy obsoletos y más estructurados, como el de geografía e historia), pero sobre todo que deberían ofertarse unas plazas de promoción interna para interinos con tiempo de servicio y otras libres, para gente sin experiencia realmente tenga acceso a una plaza ya que se hace durísimo y cada vez más complicado el conseguir tu primer trabajo como docente. Un saludo
Pues sí debería ofertarse, un porcentaje para interinos y otro para libres. A parte que el examen teórico para que de verdad sea justo y objetivo también debería ser tipo test.